Cloración salina: desinfectar la piscina de una forma más natural

.Si pensamos en el procedimiento de como desinfectar y limpiar una piscina, seguramente nos viene a la cabeza el uso del cloro o bromo. Y es normal, pues son de los métodos más tradicionales que se han venido usando desde hace mucho. Sin embargo, es sabido que dichos químicos pueden provocar reacciones en algunas personas, sobre todo en la piel o ojos, irritándolos. Ahora bien… ¿Y si te dijéramos que hay alternativas mejores e igual de eficaces que lo tradicional? ¿O que es posible decirle adiós al cloro químico y sus consecuencias? La respuesta se llama cloración salina. ¡Sigue leyendo si quieres descubrir más detalles y saber las ventajas de desinfectar la piscina de una forma más natural!

¿QUÉ ES LA CLORACIÓN SALINA?

La cloración salina o electrólisis salina consiste en la transformación de sal (cloruro sódico) en cloro (hipoclorito sódico) mediante electricidad, es decir, la producción de cloro mediante agua salada de forma autónoma, añadiendo un aparato de electrólisis como los de ZB al circuito como parte del sistema de depuración. De esta forma, conseguimos un antibacteriano más natural e inocuo, que al actuar como desinfectante y floculante, mantendrá el agua libre de microorganismos, bacterias y hongos. Al igual que lo haría el cloro común, pero sin riesgos. Además, la concentración de sal restante es casi imperceptible, se asemeja al sabor de una lágrima.

ASÍ FUNCIONA EL CLORADOR SALINO PARA DESINFECTAR LA PISCINA NATURALMENTE

A nivel tecnológico, el aparato clorador salino dispone de una célula y dos electrodos (+ y -), encargados de generar corriente eléctrica que separa el agua en sus elementos (oxígeno, hidrógeno, sales y minerales). Luego, la sal disuelta en ella se transforma en hipoclorito sódico (cloro libre), potente desinfectante, que no se degrada y no genera residuos tóxicos, pues se destruyen durante el proceso.

Además, este proceso genera un ciclo contínuo, con lo que no será necesario ir reponiendo sal constantemente (basta una vez al año), a no ser que se hayan producido evaporaciones y sea necesario. ¡Ah! Y al ser automático, los aparatos de electrólisis pueden hasta controlar por cuenta propia el nivel de pH para que esté todo perfecto.

El resultado es un agua de mucha más calidad, una mayor comodidad en el mantenimiento y un gran ahorro económico al poder prescindir de productos químicos como alguicidas, floculantes y, obviamente, cloro común, con lo que estamos hablando de un proceso mucho más ecológico y respetuoso con el medio ambiente.

LA ELECTRÓLISIS, UNO DE LOS PROCESOS MÁS ANTIGUOS DE LA INDÚSTRIA QUÍMICA

Ahora que ya sabes en qué consiste la electrólisis y cómo poder desinfectar la piscina de una forma más natural, te contamos un poco de historia. ¿Sabías que la electrólisis de sal para fabricar hipoclorito sódico comenzó en el ámbito industrial utilizando agua de mar?

Por ejemplo, se usaba en los circuitos de refrigeración tanto de las plantas eléctricas cercanas al mar como para los circuitos refrigerantes de grandes barcos transoceánicos. Debido a sus largos viajes, se veían afectados por el crecimiento de algas y demás microorganismos, cosa que se conseguía evitar mediante el cloro generado en el agua. Además, poder generar dicho cloro directamente desde el mar permitía prescindir del problema del transporte y almacenamiento de sal. Una muy buena idea, ¿verdad?.

¿Tienes alguna duda o  quieres que te aconsejemos sobre la cloración salina? Acércate a alguna de nuestras delegaciones Reindesa. ¡Estaremos encantados de ayudarte!