Mantener a tus hijos y mascotas seguros en la piscina

Una de las preocupaciones de las familias con niños pequeños, mascotas y piscinas es la seguridad en la piscina. Muchas veces, por miedo a que se produzca una caída en la piscina y no estemos delante para evitar el ahogamiento, no dejamos que nuestros hijo y mascotas anden por el jardín libres ya que basta un pequeño despiste para que se produzca un accidente.

No eres la única persona que tiene este problema y por eso en el mercado existen varias alternativas de seguridad para evitar que nuestros miedos se hagan realidad. Estas alternativas van desde lo más sencillo como una valla hasta dispositivos más sofisticados con sensores de movimiento como las alarmas para piscinas.

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Te resumimos las opciones:

  • Vallas: Ya sabes, de madera, metálicas… Hay de muchos tipos y puede aportar un mejor aspecto tu jardín si las buscas decorativas.

  • Cubiertas: Otro sistema tradicional que te aportará muchos beneficios de mantenimiento del agua, además de la seguridad que buscamos. También hay de muchos tipos, sin duda la más cómoda es la cubierta automática enrollable.

  • Pulseras anti-ahogamiento: En este caso hablamos de una alternativa útil únicamente para humanos. Se trata de una cómoda y resistente pulsera que nos avisa cuando la persona que la lleva se precipita al agua, permitiendo así nuestra reacción.

  • Existen, también, varios tipos de alarmas para piscinas:

    • Alarma en la puerta de acceso a la piscina: Puede ayudar pero no debe ser considerada la única medida de seguridad. Se trata de un sensor magnético que se coloca en la puerta y que se activa cuando esta se abre.

    • Alarma perimetral: Se constituye por un conjunto de sensores que se colocan alrededor de la piscina, formando un perímetro que si se traspasa activa la alarma.

    • Sensores flotantes: Detectores de movimiento que detectan objetos dentro del agua. Se trata de un método algo caro en comparación con otros.

Consideramos importante la instalación de estos sistemas de seguridad ya que los accidentes ocurren en segundos y por muy atentos que estemos podría ocurrir un contratiempo. Además, un niño necesita muy pocos centímetros de agua para ahogarse. Encuentra el que más se ajuste a tu situación y gana en tranquilidad.